Margaritas viajeras

Hay situaciones que te superan, ayer pertrechados con 3 maletas y una mochila, ZZ, Santi Gatita y la moi nos dirigimos a casa de mi EX a por mi colección de otoño / invierno... desgraciadamente, al ser mi casita más mini que la falda de Twiggy (Mary Quant) tuve que dejar parte de mi vida en el trastero... Tengo copados tres trasteros (que no tres tristes tigres trigueros y demás), el de la mino, el de los proxenetas (ellos no saben de su existencia) y el de mi EX dúplEX maravilloso, fue como ir a un mercadillo de Portobello (lo mejor de Londres, sin duda), rebuscando, entre ropa, zapatos y demás enseres me vi devorada por mi pasado, ZZ tuvo que rescatarme entre ataques de risa de mis chaquetillas, abrigos, bolsos, ellos no querían que me fuese, les había abandonado durante demasiado tiempo, se sentían solos, sin protección sin mi presencia, yo por un momento quise quedarme con ellos, les prometí que en dos meses volvería a recuperarlos, que nunca les abandonaría y que tendrían un armario de 4 puertas en los que asentarse y descansar, nunca más estarían tirados por los suelos, que volverían a ver la calle, que mi cuerpo y mi alma serían suyos de nuevo... entre lágrimas de risa y pena, los elegidos se metieron en las bolsas, descartar es muy muy triste (tigre de nuevo)... y con la desolación del momento emprendimos el viaje hacia mi zulito, cargados como turistas lentos (nunca hay que ser rápidos para visitar una ciudad, ni llevar plano, ni organizar nada, pasear y encontrar) porque al fin y al cabo es un viaje “Definición: jornada que se hace de una parte a otra. Camino por donde se hace. Trasladarse de un lugar a otro. “ y a mí me encanta viajar, normalmente lo hago con la imaginación porque me sale muchísimo más económico y no me canso, pero ayer fue diferente, sólo un kilómetro, con mis dos amiguitos, con mucho equipaje feliz y con la sensación de sentirte plenamente satisfecha de una decisión que tomé hace 5 meses... y qué mejor que celebrar nuestra pequeña odisea (qué monos eran los dibujos animados de Ulises 31, con el robot toto y el niño Telémaco, para que digan que la tele no instruye, antes de leer a Homero y a Kavafis y su Itaca, yo ya estaba enamorada de esa happy family) con una parrillada argentina de 4 horas, sólo nos faltó el puro...

Hoy he comprado margaritas, para Ara y para mí, he deshojado una y ha salido que SÍ. Qué ilu.