El arquitecto, sus piernas y mi guiliguili

Premisa primera de mi filosofía, nunca hablar de trabajo fuera del trabajo (ni dentro de él tampoco), lo siento pero voy a transgredirme: ayer por la tarde recibimos el siguiente mail escrito por el director de arte de mi querida empresa:

"A ver Alfredo. Si el problema viene con respecto a las piernas que son las que se cortan ahora. O se le pone el resto de las piernas o lo ponen más abajo. O se busca un apoyo de ese corte. Pero no hay más. "

Aún sigo riéndome cuando lo leo, va dirigido a un proveedor que hace animaciones, normalmente cuando les escribimos todo se argumenta, se dan explicaciones pedagógicas, se trata de dejarlo todo muy especificado y claro... y claro, más claro y directo imposible. Sí puede parecer absurdo, pero seguía acordándome de la frase ayer por la tarde “que le corten las piernas”, y me reía a carcajadas, y esta mañana también, y cuando vas sola con tu maleta gigantesca(sí, porque me voy a ver a mi Che y soy la persona más feliz del mundo) en el metro la gente empieza a mirarte como si estuvieras desquiciada, los lagrimones se me caían y sé que no tiene tanta gracia, pero mirad al pobre arquitecto, y nosotros jugando con su futuro. El Director de Arte no se rió. Yo sí y MJ y Chupillas y la Gata... Les conté la historia a ZZpaf y a SantiQuittin, no se inmutaron, lógico, si sacamos de contexto una tontería, ésta deviene absurdamente tonta para el resto de la humanidad.

Todos somos arquitectos.


Hoy no he podido dormir, la sensación de guiliguili me persigue, es un estado nervioso precioso, no sé si esta palabra está recogida en el DRAE pero la propongo desde ya, guiliguili es flotar, soñar y sonreir sin parar, para que se produzca debe darse la circunstancia de que dos personas se gusten recíprocamente, no se conozcan demasiado, estén ansiosas por verse y cuenten las horas hasta el reencuentro. Quizás podría definirse como: sensación que se produce en la primera fase del enamoramiento recíproco que provoca punzadas nerviosas en el estómago sin que se considere dolor.


Che, faltan 9 horas.