La vida es muy corta

... y sólo pienso en ser feliz...
Pues sí, es el estribillo de una canción de La Costa Brava, “Nada me Importa” y los muy cabrones, que me encantan, tienen toda la razón.

¿Por qué nos empeñamos en enfadarnos por puras gilipolleces? Yo no lo hago. Y mira que me provocan, todos los putos días, pero yo sonrío, relativizo y sigo. Ha sido un duro ejercicio de años pensando que también debería encolerizarme para poder resistir en la sociedad... pero he triunfado, me da exactamente igual. Yo sólo quiero ser feliz, y por ende, que los demás lo sean... no es tan complicado, no estoy haciendo apología barata de lo que es el simple hecho de lo absurdo de la vida, pero joder ya que estamos por aquí, que hay mucha mierdecilla suelta, relajémonos y a disfrutar, sin hacernos los interesantes (como hace LCB). Hacía 2 semanas que no captaba wi-fi, hoy sí, estoy feliz, me acabo de poner una copa de vino de una botella de cabernet que Andrómaca me regaló el pasado domingo y un platito con queso en triángulos delicioso, estoy feliz, mañana es el día 0, soy feliz, he comido con Marijoti y Al (nunca lo hago ya porque tengo que sacar a Puck), estoy feliz, Cha ha vuelto de México, estoy feliz, he terminado “La doble vida de Martín Harris” que tenía un final feliz, y por supuesto me ha hecho sonreír mientras esperaba a Ángel sentada en la valla de la FNAC, y se lo he regalado...

que sí, que todos sabemos que la vida es una mierda, el existencialismo es mi filosofía vital, pero hay que moverse para que no te salpique, y cuando lo haga, sigue moviéndote y no pares... así nunca te envolverá.
Y , además, y menos mal, siempre nos queda el cine, nunca te abandona, y no es un anuncio de desodorante...