Menos mal...NINO

Ayer hablé durante 94 minutos, justo antes de irme a la cama (quien dice cama, dice colchón tirao en el suelo), y pensando que sólo quería dormir, porque ya estaba roncando hacia la eternidad del somnífero, pero de pronto todo se fue hacia otra conversación. No busco ningún atisbo de intercambio racional, por supuesto que no. Que NO. Pero, entre locura pasajera de somnolencia diaria (la mía), existe otromundo natural, en el que puedes pensar que follas, con Nino Bravo, le seduces, te corteja, se vuelve cariñoso, te agajasa, le escuchas, y AHORA MISMO le adoro: "esa será mi casa, cuando me vaya yo, cuando me diga adiós.... largo será el camino en mi desolaciónnnnnnnnn"....

Otra: " tu cambiarás, cuando sepas distinguir el bien del mal.... sé que con el último beso esperaras mi regreso...." tu cambiarás.... cuando sepas comprender mi amor por ti, me iré para no volver... sé que en ese instante cambiarás, ... sé, que en ese instante cambiarás...." , la la la la....

durante la conversación me di cuenta de que la gente se busca a sí misma en google para ver dónde está, nunca lo había hecho para mi aunque si con nombres de los demás (masculinos) ... Gracias al Che hoy si, de mi nombre he descubierto un post de hace 6 años que para mí sigue más vigente que nunca, qué bien, que especial el que las gracias sean, seamos ,la HOSTIA (con "H"). Pensar lo mismo, y viendo que todo sigue igual, incluso más exagerado... pero menos mal...


Estoy pseudoenamoradadepe...sinpseudoconpe.



"Menos Mal, ya pasó la época de las tres gracias"
Pues sí, menos mal, o sino qué sería de nosotros los diabéticos en estas fechas tan especiales, donde los mazapanes, turrones y polvorones inundan nuestras retinas hasta calar en nuestros condescendientes estómagos. Desde la época de Rubens y sus rollizas modelos hasta hace no más de una década no existía la imperiosa necesidad de tener unos cuerpos esculturales. La delgadez irrumpió en nuestra vida cotidiana desde lo más granado de las pasarelas internacionales y casi al mismo vertiginoso ritmo los supermercados se hicieron eco de los nuevos cánones de belleza y, ¡Oh Dios Mío!, sus estantes empezaron a rebosar de maravillosos productos dietéticos que, para ampliar si cabe aún más sus sustanciosos beneficios, decidieron incluir la milagrosa etiqueta de "tolerado por diabéticos". A partir de ese momento, se acabó comer sólo chicles con sabor a limón, la coca-cola light se convirtió en el paradigma de "los cuerpos Danone", los helados sin azúcar tomaron posiciones en los calurosos veranos, la sacarina llegó a todos los bares de España (aunque el camarero siga mirándome mal cada vez que la pido para café, tras haber saboreado una copiosa y suculenta comida) y, por último, las Navidades, por fin son dulces, podemos acceder a productos que ni en nuestros más calenturientos sueños de diabético podíamos imaginar ingerir sin sentimiento de culpabilidad.Así que sólo me queda agradecer que Marylin, Ava, Gina, Sofía y demás fetiches curvilíneos de lo glamuroso hayan pasado a la historia, me quedo con Audrey sólo por egoismo, pero un egoismo que hace feliz a todos los diabéticos que en este momento, mientras leen estas líneas, estén saboreando un "maravilloso dulce sin azúcar". La realidad ahora es más perfecta. Que se jodan los demás. Lo siento, ¿o no?.

Nino, Che, y demás cantautoroes, os quiero, aunque no me guste vuestra música, absolutamente NADA.