Números redondos y cena para 3

¿Por qué algunos números son más hermosos que otros? Los números gordos normalmente son feos, pero el 88 empezó a gustarme ayer por la noche. Si ese 88 son minutos telefónicos aún más, y si los compartes con el Che, es SUPERLATIVO. Cómo puede terminar un día de una forma tan linda. De nuevo en Atocha, ahora porque iba a buscar a Cha, no sé por qué todas las semanas termino en esa estación, la proxima también, qué ilusión. Cha y su maleta que se mueve en todos los sentidos (la recomiendo para todo el mundo, cuatro x cuatro, como el coche del gitanillo) estaban preciosas, el abrazo acompañado de saltitos y risitas de alegría de las niñas tontas que éramos hace 20 cuando nos conocimos duró 88 sg también, lo cronometré. Tras deambular durante 90 minutos las 3 (que es casi como un 8 a dieta) por las terrazas abarrotadas de Lavapiés decidimos que había que darse un merecido homenaje de reencuentro. Taxi para 3, y destino: EL COSACO (ays, como suele decir él, qué recuerdos más hermosos... ). Como la maleta iba con nosotras nos dieron afortunadamente una mesa para 4, kulebiaka, strogonoff y cantos rusos con balalaika incluida y sin Dr. Zivagho-curraba poco- ¿quién puede pedir más?.
Me encanta tener una muy mejor amiga. No todo el mundo puede presumir de eso. Hay amigos de primera espiral, de segunda y así descendiendo, pero como una muy mejor no hay nada. Bueno, sí, hay otras cositas interesantes.
En 7 días nos vemos y no es redondo, es perfecto.