Crítico criterio crisol

Ya no hay luces, el problema es que quise buscarla en el cine y me metí a ver “Luces del atardecer” de Aki Kaurismäki y lo único que hizo fue conseguir que me durmiese en el hombro de mi Che. Me encanta ver cómo los críticos ensalzan una película y yo difiero totalmente de su absurdo criterio.

La mejor película de las navidades ha sido una que encontré de casualidad. Cuando tenía ocho años y había los ciclos maravillosos de cine clásico vi una que me encantó, las únicas pistas que tenía en mis recuerdos eran que una chica se disfrazaba de niña en un tren, no sabía nada más, pero sonreía como una posesa sólo de pensarla... y ahora, 24 años después por arte de magia navideña apareció.
A mis amiguitos de la noche de reyes les regalé un dvd a cada uno ( "El amante del amor" de Truffaut, "Un día en el campo" de Renoir, "La mejor juventud I y II" de Marco Tullio Giordana, "Dos en la carretera" de Stanley Donen, "Funny Games" de Haneke...), y mientras rebuscaba apareció en portada una colegiala con sombrerito y lazo en el cuello, ansiosa, me la autoregalé. Por fin la pude ver el domingo por la noche, se trata de "EL MAYOR Y LA MENOR", y me produjo el mismo efecto que la primera vez que la vi.

Añadió valor el que esta vez fuese mi Che el que se durmiera sobre mi hombro y yo la disfrutase con un cigarrillo cada vez que Ginger se encendía uno. Mi criterio, ya de niña, era igual que el mío de ahora. Me encantó saber que era de Billy Wilder, uno de mis directores favoritos, y que me hizo inmensamente feliz.

Me gusta ser como ella, mayor con toques de naif adolescencia.
Y sé que hay alguien por aquí cerca, de color rosa, que también es así. ¿A que sí?