DIA F, DE CINE

Son las 7 de la mañana, no tengo que trabajar, sé que después de darme esta vueltecita por internet volveré a la cama hasta las tantas y me besarán.

Estoy contenta, llevo una semana contenta. Me siento bien, más nivelada, y eso es la rehostia sin tomar actimel.

Para celebrar lo feliz que estoy hoy a las 22 horas haré mi primera fiesta de la segunda etapa de mi casita. La última que celebré aquí de despedida de ella se remonta al sábado 15 de diciembre de 2001. No puedo creer todos los metros cúbicos que han caído desde entonces. Qué vértigo...

Ufffff

Ya tengo la peluca de Mia Wallace, camisa blanca y pantalón negro, sólo me falta dar al play y que suene el twist. Vincent Vega también se contoneará a lo Travolta.

100 cervezas, otras sin alcohol para mis dos querídisimas futuras BPM (las Bellas y Perfectas Madres como indica Auster en su Brooklyn Folies) 6 botellas de vino, Martini, Güisqui (cheli para el personal), Havana (¿7?), Beefeater, Zafiro para mis niños, muchos frutos secos y música de BSO. Premios al mejor cutre disfraz, aunque sé que la mayoría vendrá de extra de cualquier peli.

Me encantaría que vinieseis, estáis invitados, ¿de qué os vais a disfrazar?

Siempre me ha gustado organizar fiestecillas, desde mi más temprana adolescencia cuando aprovechaba cualquier fin de semana sin padres, y es que la VIDA , una fiesta es, tal y como diría con toda su sapiencia el Maestro Yoda.

No estará el elefante de colores de El Guateque, pero gorro andino del Bello Gael (casi mejor que El Bello Antonio de Mastroiani) en La Ciencia de la Vida indicará la salida motorizada más preciosa que mi adorado Valentino Rossi en su 46. Por cierto, buen cómic el de Manara.