Matemáticas y demás

El sábado pasado me enteré por un amigo de unos amigos que era la semana de los Matemáticos. La emoción con la que me explicó lo que había sido la exposición de la historia de los números con lágrimas en los ojos hizo que pensase que aún existe gente metida en su mundo. Pero cuál ha sido mi sorpresa que durante toda la semana el metro iba repleto de matemáticos, nunca en mi vida volveré a ver algo así, todos con mochilas negras con letras naranjas en las que quedaba latente su pertenencia a un grupo, eso y la acreditación colgada del cuello cuan losa. La cuestión está en que son diferentes, podría parecer que estoy exagerando pero he visto personajes que nunca se relacionarían si no llega a ser por su mochila. Los dos tipos más sorprendentas han sido: Un vampiro, pelo lacio, negro, vestido con traje impoluto decimonónico con pajarita sin cerrar y zapatos brillantísimos, no tendría más de 20 años. A su lado, un mendigo septuagenario, no, mucho más, una especie de sherpa yogui con 4 pelos blancos difuminados por su espalda, piel tostada por el sol de toda su vida, jeans de la época hippy cortados justo por debajo de su culo y una pestilencia propia de cualquier puerco rosa. Estos dos tipos se reconocieron por sus mochilas y mantuvieron una conversación que no pude captar (tampoco la habría entendido) pero que el lenguaje corporal dejaba vislumbrar la empatía que se producía entre ambos. Precioso. Sé que nunca volveré a ver algo así, las matemáticas integran más que cualquier otro vínculo. ¿Por qué no se estudian como argumento de sociabilización por encima de cualquier convicción, edad, religión?.
Está claro, tenemos que pertenecer a un grupo. Yo no tengo grupo, tampoco canto pero me encantaría formar parte de algo con gente muy diferente. El foro de las margaritas, daisys...
Somos tan iguales...