PEPITA es asiática

-¿Pepita?
Cuatro voces al unísono responden:
-Perdónnnn
-¿Pepita?
El contexto es el TAO, cuatro comensales bien avenidos intentan averiguar cuál es el significado de esa palabra que no tiene nada que ver con los buscadores del Lejano Oeste. Tras morirse de sed por haber comido tempura de verduras, pollo con anacardos, sushi y demás fruslerías se dieron cuenta del verdadero significado de PEPITA. Mucho se ha hablado del cambio de “R” por “L”, pero nunca se había hecho ninguna disquisición sobre las permutaciones de “B” por “P” y “T” por “D”, ¿habremos descubierto alguna novedad en el aprendizaje de idiomas orientales-occidentales? ¿Habremos construido un nuevo puente hacia la comunicación?, son sólo preguntas retóricas, pero que esconden una profunda investigación. Che te echo de menos (no he podido evitar escribirlo, mis manos han tecleado espontáneamente).
El día asiático de ayer se consumó en una cena india, yo insistía en ir al italiano en el que empecé a hablar con Queso Fresco, pero fue imposible y lo amarillo nos derivó hacia unas samosas deliciosas. Lo bueno de este ágape en el que además de la gata zurda su bien amado niño mochilero (con pepino, tomate y licor de burra del pueblo incluido) fue conocer a V, risa tonta descontrolada y poco coherente, brindis por Uruguay mirándonos todos a los ojos y risas sorianas para una noche de miércoles inesperadamente maravillosa.
Hacía tres días que no escuchaba su voz...
Ya he tomado el café, me han devuelto el cambio, un billete de 5 euros con un número de teléfono, hasta ahora sólo lo había visto en el cine. 96 472 22 22, lo pongo por si a alguien le apetece llamar y sacamos una historia austeriana. Será el azar.