Colores

Pues sí, los colores siempre me han gustado.
Cuando vuelves la mirada atrás te ríes siempre, lo bueno es que la nostalgia del pasado ni me interesa, cualquier tiempo pasado pasó y me gusta mirar al 17 de diciembre de 2006 y a recuerdos de hoy.
La memoria frágil me la he inventado yo, cuando has pasado cosas que no te interesan demasiado en el pasado o que no te hicieron muy feliz las olvidas y la selectividad, sin ser un examen, es perfecta para recordar sólo lo que quieres.
Viernes de vértigo, decoración rápida subida en mesas gracias al espíritu navideño de Marijoti, piscolabis de oficina con jabugo y demás fruslerías, limpieza rápida de casa porque la mierda llegaba hasta el colchón, pintada de uñas con botas y bolso y dos bragas con casitas y dibujitos preciosos, fiesta en la Unión, amigos y llamada, llamada que me hizo correr durante dos minutos como una Karl Lewis sorteando a los operísticos para llegar jadeante a un niño precioso organizado con una bolsita Quiksilver de 60 euros rebajados donde es capaz de meter un fin de semana lleno de ragalitos. Más que la Trucha al Trucho.
Matriuska, 3 cds, tres libros, una bufanda, un ipod verde (el azul quedó en Barcelona hace cuatro meses), dos vestidos, un vale por una bolsa llena de arte, un gorro, una chaqueta, un jersey, una funda, una conexión, una Ada, un pintalabios, unas sombras, una tarta, un treinta y cuatro, una escena de “l’enfant sauvage” , botas, bolsos, anillos, una tarta de una señora de 75 años llamada M y una rebaja en los tickets de las copas. GRACIAS.
El color rayado se fue a la Colonia de Sacramento para disfrutar con mucho placer el fin de semana con todos los gastos pagados que había ganado en la fira, sin pelucas de colores y extasiados de placer con un Derecho de Familia peludo emprendieron la marcha hacia las croquetas imposibles, imposibilidad transformada en Charla con el Angel (Alex) guapo y el Trucho precioso sobre las posibilidades que tienen una fea y un feo de follar. Yo era partidaria de apostar por la igualdad, pero mis dos oponentes se unieron defendiendo la facilidad de ser mujer pera poder conseguir un polvo solo con chasquear los dedos.
Yo he chasqueado y no siempre lo he conseguido, de ahí mi triste 22.

Felicidad como la de Palito Ortega.

Reencuentro con Puck, con mis 5 años en los que hacía dibujos de niñas felices vestidas con colores imposibles, pájaros estáticos y margaritas azules. Era igual que soy ahora.

Atocha , amor, quiero un bocadillo mixto para dos.
¿Por qué te vas? a lo Jeannette. ¿Quieres bailar a Nino Bravo conmigo?, sólo una vez. Venga di que sí...

Sonrío.