Ir al contenido principal

Destacados

10 cosas de una vida incompleta

¿Os habéis sentido alguna vez como que no tenéis nada completo? Que las cosas están a medias y no sabes cómo hacer para cerrarlas y terminarlas. Quizás es que no se pueda. Pero la sensación es de vacío. Hoy me siento así. Son las dos de la mañana y tres minutos y para paliar este nudo existencial y que me vuelva el sueño voy a hacer una lista chorra sobre cosas que hacen que sientas que tu vida sea incompleta. Ya sabéis, se trata de ese tipo de listado que tanto se llevan y que los medios de comunicación tanto utilizan para conseguir más visitas, objetivo que no es el mío. Si tenéis alguna que añadir,  bienvenida será: 1- No tener una casa propia. 2- No haber escrito nada bueno. 3- No tener un trabajo que te guste. 4- No sentir una vocación por nada en concreto. 5- Ir de puntillas sin hacer ruido. 6- No quejarte lo suficiente. 7- No decir lo que piensas (ésta va muy relacionada con la 6).. 8- No gritar cuando lo necesitas (ahora mismo). 9- No cumplir tus sueños, ni inte

Ciao Bella


Habían pasado tres años desde que no veía a Carolina.

Siempre consideré que era una buena persona, soñadora, naif, atractiva y anclada en los 80 por su forma de vestir. Pantalones a la altura de la cintura, pelo endemoniado con bucles de oro sujetados por pinzas horteras de las que usaba mi madre para sujetar sus rulos, y una forma de bailar a lo Irene Cara en Flash Dance.

Había conocido a sus amigas, eran un poco excéntricas, la una anoréxica por convicción, su aversión al vómito hacía que no comiese ni bebiese nada que pudiera sentarle mal y desatar la peor de sus neuras, y la otra, tan sensible que lloraba al partir tomates por las malas vibraciones que le transmitían desde el mundo de las verduras.

Con todo y con eso, Carolina había estado en mi vida durante mi periodo azul y, ahora, después de tanto tiempo, no sabía cómo iba a sentirme con el reencuentro.

-Ding, dong.

Corro a abrir la puerta y ahí está ella. Abrazos, risas, y todo sigue igual. Ahora lleva el pelo estilo “Principito” y una sola pinza hortera para sujetar su mechón rebelde. Está preciosa. Lleva una falda vaquera estrecha, una camisa de cuadritos metida por dentro y unos zapatos ortopédicos. Me cuenta los cambios de su vida, ahora vive en Milán, tiene un novio divorciado que es IT, no sé lo que es IT, ella me lo explica en francés, sigo sin entenderlo pero no importa. Abre su maleta de boy scout (¿podrá decirse “Girl scout”?), me da tres regalos unificados por el naranja a cuál más feo, pero como lo hace con tanto amor, cómo no voy a poner cara de sorpresa maravillosa. Ella me imagina siempre de ese color. No sabe que yo soy azul. Recordamos tiempos pasados, cuando compartimos casa en Marrakech, ahí si que todo era azul, pero del profundo, del oscuro, del que te penetra. Es feliz. Carolina está feliz. Lo sé por sus ojos, me doy cuenta de que le centellean más que nunca. Abrimos una cerveza, preparamos la cena, una lasaña perfecta, un lambrusco, nos fundimos en un abrazo internacional y nos vamos a dormir. Dejo café hecho, y saco magdalenas, siempre le han gustado. Ella se levantará antes, coge su avión a las 9 de la mañana. No la volveré a ver en mucho tiempo. Es sábado, me despierto, Carolina ya no está. Me ha dejado un recuerdo, su pinza, ella sabe que en este momento sonrío, y sabe que la guardaré y que nunca me la pondré. Es demasiado hortera.

Comentarios

Arual ha dicho que…
Hay gente a la que quieres mucho a pesar de ella misma ¿a qué si?
SisterBoy ha dicho que…
And so?
AnaliticosJudiciales ha dicho que…
Hola. Me gusta cómo escribes. ¿Has leído a Julio Cortázar? Esa forma de saltar de una idea a otra y jugar con las palabras...
Pilar M Clares ha dicho que…
Nunca me gusta cambiar los regalos, solo lo hice una vez en mi vida, era imposible, algo imposible para mí. Me gusta de cuando se marcha alguien sentarme en el vacío que deja, y el recuerdo, que de pronto toma forma y sentido.
Un saludo
Anónimo ha dicho que…
Eso eso y que paso despues??? me encanta como escribes

Entradas populares