Los mejores, bueno y qué

Todo es increíble. Después de ver a Alatriste estoy más que feliz de vivir en nuestro tiempo. Pero, por qué en las más de dos horas que duró imaginaba a Vigo con la cara del Che... sí , estabas guapísimo, con tu sombrero ,tu capa y tu aura de villano bueno supersexi ... Ya tengo a mi puck en casa, ha dormido conmigo y respirábamos al unísono, ha sido un momento mágico de conexión humano perruna. Cha ha estado todo el fin de semana conmigo, desde el viernes en el que empezamos en la Unión colándonos en un cumpleaños de médicos cuarentones majetes y conociendo al dueño de un reputado restaurante que prometió invitarnos a unos bloody marys de infarto hasta llegar el sábado mientras nos arrastramos hacia un sitio pijo empujadas por mi mino, y que gracias a Otto, que no era piloto, pudimos entrar ya que nuestro aspecto no correspondía a los cánones de los megaguays madrileños. Fuimos las que más bailamos entre gente con camisas de rayas uniformes y pelos rubios de peluquería que caían sobre huesos anoréxicos que se contoneaban sin gracia. Desde Tarzan Boy hasta Gloria (de Tocci), pasando por música discotequera setentera. Con una muy mejor amiga y sentido del humor crítico no necesitas nada más para pasártelo bien, nos cerraron el garito de luxe, prometiendo a Otto que volveríamos. Paseo amaneciendo a las 7 de la mañana por la Gran Vía con desayuno voraz de bocadillo de ventresca, lironcillos con el despertador puesto para ver en un bar supercutre pero encantador la mega final de baloncesto, madre mía, qué emoción, hito histórico donde los haya, desahogo con gritos, conquistadores del siglo de oro 300 años después... nos hermanamos con todos los clientes, viejetes carajillosos, extranjeros alucinados y camareros enrollados con tapita de boquerón subidos en patata. Fue un día espectacular. Latina y cañeo con Ara y su “pichón”, mucho che, che, che y Alatriste. Todo es increíble.
Estoy preocupada, ¿quién conoce a alguien que reconozca abiertamente parecerse a un extraño, cínico y pseudodepresivo personaje de Houellebecq? Yo.